martes, 28 de julio de 2009

Quiero esconderme en un agujero de tu bolsillo y así, escondida, ser tu amuleto.

Llegada a destino. Los aviones son prosaicos, no guardan la belleza de otros medios de transporte, los aviones sólo son los protagonistas de malas películas de producción norteamericana. El único avión que recuerdo con belleza simboliza la despedida, el desamor. El avión de Casablanca perdido entre brumas. Siempre nos quedará Paris, o Roma, o Copenhague, o Atenas, o Lhasa, o Alepo. Ciudades al azar. Finalmente sólo me queda Malonne y Ciudad Capital.
La contradicción. Todos se contradicen. No sé si mienten o si sus opiniones son tanvulnerables como débiles. Consejos con razonamientos variables. No necesito consejos. Sigo caminando del mismo modo aunque duela. No conozco otra forma. No quiero otra forma. También el dolor es bello, y necesario y maestro. Sufrir puede ser una gran aventura. Ya veremos. Por lo pronto el fantasma ha desparecido espantado del ruido de sus propias cadenas. Por lo pronto me despierto sonriendo, con coletazos de sueños agradables, con el cuerpo descansado y la mente lúcida.
Hago planes sobre el mes que entra. Conciertos, teatro, clases. Sólo tengo un día libre a la semana. Hago planes para intentar aprovecharlo. Sólo necesito un acompañante. El número de candidatos es amplio. Sólo tengo que escoger. Prefiero que me escojan a mi. Los planes tranquilos son consecuencia del cansancio. Me gusta la sensación de debilidad que traspasa al cuerpo. Sacar fuerzas de flaqueza es una de mis mayores virtudes. Hoy sonreiré hasta quedar exhausta, más que trabajar me sentiré en una fiesta privada llena de desconocidos.

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