martes, 6 de mayo de 2008

Camino del Rocío

El camino del Rocío sigue manteniendo los roles, lo acepto, me sorprende.

Las mujeres preparan la comida, los hombres la bebida y el carro; no importa que yo tenga más afinidad con ellos, en los preparativos estoy con ellas, aunque vista de corto, aunque todos sepan que entiendo, es una ley no escrita que ordena por razón de nacimiento, no me incomoda, me gusta.

Esta tarde las compras, conseguir un buen cuchillo para que el queso vaya en su justa medida. Comprar el vino, ellos harán el rebujito. Lavar las cortinas y colgarlas.

Faltan dos días y me parecen largos, demasiado. Casi 19 años repitiendo el ritual y cada vez se presenta como algo nuevo. La noche sin dormir. Los botos resonando a las seis de la mañana por la casa, mi madre gritando que todo los años igual. Mis ansias que no desaparecen ni con la vuelta. Las horas contadas.

No es fe, es tradición. No es creencia, es certidumbre. No es religión, es hermandad.

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