viernes, 20 de febrero de 2009

Me duele el cuerpo de trabajar, la cabeza por la resaca y el alma por Dumas. El corazón duele, pero aún no sé por quien.

Dumas se siente vacío. Ayer estuve con él después del trabajo. No me dijo nada. No pregunté. me siento culpable. 
Dumas se siente vacío y me he enterado porque lo ha escrito, porque nadie lo ha escuchado,quizás porque todos estamos muy ocupados. Flor y Eloísa  no tienen tiempo, están con sus estudios, con sus problemas, con sus trabajos.... pero yo no tengo excusa. quizás Giusseppe tenga razón, quizás el trabajo es para mi un sustituto y me voy entregando cada vez más a él.
Hoy es me decimotercer día sin descansar, en todo este tiempo no he hablado con nadie que me importara, mis conversaciones no han sido más que una manera de diluir el tiempo ante una cerveza. 
En este tiempo he dejado de sentir el vacío del que habla Dumas, por no tener tiempo para sentir. Las búsquedas a veces se vuelven retorcidas y laberínticas, a veces son vanas y dolorosas, pero en su búsqueda quiero estar perdiéndome con él, sufriendo con él.
A veces cuando buscamos somos capaces de hallar, aunque el único trofeo sea encontrarnos a nosotros mismos.

viernes, 13 de febrero de 2009

A veces, pensando en mis amigas, me reencuentro con la ilusión.

Sigo creyendo en el amor, sigo teniendo fe en el futuro. Ahora las cosas se presentan vacías y olvidadas, llenas de verdín como una piscina en invierno, pero cuando llegue el calor el agua volverá a brillar limpia. Las rosas me devuelven la esperanza, las rosas mueren, pero antes son bellas. Siempre habrá rosas en flor que sustituyan a las marchitas en un jarrón.
Yo tengo algunas rosas que no se marchitan nunca.
Eloísa, volverás a brillar, lo sé; volverás a mirar el cielo y a sentir el infinito traspasándote, volverás, sé que volverás, con más fuerza, con más vida. Eres mi rosa predilecta, el centro de mi jardín, la primavera en el frío, el calor en el otoño, la música en el silencio, la flor en la nieve. Créelo. Cualquiera que te tenga a su lado lo sabe, y si no se da cuenta es un tonto o un necio.
Ellin tiene el brillo, Ozlum tiene el brillo... tú lo creaste y no lo has perdido, sólo búscalo y yo te enseñaré el camino.

domingo, 8 de febrero de 2009

De un brillo, de un vacío... aún soy capaz de aprender cosas nuevas.

Ayer hablé con Ellin, hablé mucho rato con ella. Me habló por primera vez de Álvaro. Está enamorada, está feliz, está bien, está superior. Me gusta cuando la gente sueña despierta y cree en sus sueños y lucha por ellos. El brillo en los ojos de cuando sabemos que lo imposible también puede hacerse, de que lo importante es el minuto de ahora porque el futuro ya sabemos que es nuestro.
Yo una vez tuve ese brillo, hace tiempo, pero lo perdí y quisiera recuperarlo, quisiera enseñar a todos que puede recuperarse.
Dumas está de vacaciones, lo echo de menos, el trabajo sin él no es lo mismo, estoy demasiado acostumbrada a pasar demasiadas horas con él. La barra se queda vacía. Sólo Eloísa la llena y sólo una vez por semana.
Estoy aprendiendo sueco, es culpa de Ellin y Lars, es divertido aprender un idioma sin estudiar, por curiosidad y diversión, un idioma que no sirve para nada, es como un código secreto que sólo unos cuantos podemos descifrar.


miércoles, 4 de febrero de 2009

Me molesta alejarme de los que están cerca.

Hace poco hablé de la distancia, de la distancia física, fácil de superar; pero hay otra distancia, una distancia inmedible, una que nos va ganando poco a poco sin que nos demos cuenta. 
Cuando alguien vive en la misma ciudad y hace años que no los ves; cuando 60 kilómetros se convierten en una barrera infranqueable; cuando dos nos separamos creando una distancia inexistente... eso no lo puedo entender, si antes nos hemos tendido la mano casi como hermanos, si hemos compartido las risas y las lágrimas, no es humano alejarse. 
Quizás yo necesite una distancia muy corta con la gente a la que quiero, y si se agranda un poco, por poco que sea, dejan  de ser mis amigos.
No pediré nunca que las distancias se acorten, pro quizás si rogaría que no se ensancharan.

lunes, 2 de febrero de 2009

De resaca con y por Dumas.

Lo más divertido de celebrar algo no es el hecho, si no el recuerdo. Lo mejor no es un día de borrachera, sino revivirlo de nuevo, al día siguiente, con la mente nublada, con el cuerpo dolorido.
Hoy Dumas cumple años, lo celebramos hace dos días, un sábado largo con demasiados grados de alcohol. Para él es este post. 
Dumas es de esas personas que te hacen sentir especiales, que siempre consigue que no te enfades, haga lo que haga. Dumas es un niño que juega en un cuerpo de casi dos metros de altura; que no sabe reaccionar ante un regalo inesperado.
Para ti, Dumas, mi amistad incondicional.
P.D.: sigo prometiéndote que este año encontraremos el amor

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