domingo, 28 de marzo de 2010

Me llaman egoísta y pasota, en parte es cierto, en parte no... no pueden entender la parte del no.

Quizás esté rompiendo reglas no escritas de mi pequeño mundo, las normas acatadas hasta ahora me aparecen absurdas y aburridas, empiezo a rebelarme contra lo que he sido, no hay elementos extraños que me hagan abrir los ojos, hay una fuerza nueva que me hace renovarme.
Cuanto más pequeño es el grupo, más cerradas son las reglas; estoy saliendo de mi tribu, viviendo en una especie de universo paralelo, como cuando de pequeña jugaba a imaginar mi vida cambiando sólo un elemento de mi pasado ¿Cómo sería sí...? De repente me encuentro me encuentro viviendo en ese condicional que los otros no entienden porque continúan en el presente o se aferran al pasado o esperan un futuro mejor. Me encuentro viviendo un sueño que no esperaba, no es que esté cambiando, es que para vivir un sueño tengo que ser otra persona.

miércoles, 17 de marzo de 2010

De regreso de París, para mi sí es la ciudad del amor.

Por fin ha vuelto el sol y ha vuelto en todos los sentidos.
Ciudad Capital brilla de forma intensa, el blanco de las escasas nubes que se le cruzan en el cielo ciegan y el azul claro que las arropa arranca suspiros y sonrisas. El sol reina en lo alto mirando con desden a todos nosotros, vasallos orgullosos de serlo.
París... hay poco que decir o quizás mucho, puede que incluso todo. He pasado mucho tiempo sin ver a Emmanuelle, mucho tiempo acumulando miedos, imaginando un reencuentro que a veces se mostraba amable y otras doloroso. La verdad es que imagine mucho pero no me acerqué a la realidad. En Orly desaparecieron los miedos, los nervios... El sol volvió a brillar este fin de semana aunque el cielo de París estuviera cubierto de nubes grises que no se atrevían a estallar en lluvia.
Las viejas fotos de mi cartera han sido sustituidas por otras nuevas y los recuerdos compartidos son más numerosos. Quizás sea una romántica, quizás sea cursi, pero espero que siempre nos quede París.

sábado, 6 de marzo de 2010

¿Dónde se ha escondido el sol?

Lluvia, lluvia y más lluvia. Parece que nunca va a dejar de llover. No me han llegado noticias de un segundo diluvio y no creo que haya ningún Neo Noé preparando una barca... ¡Dios, estas cosas se avisan!
Los pies están cansados de esta humedad perenne, hay gente a la que incluso le han empezado a salir raíces en las plantas... el cuero de los zapatos empiezan a llenarse de verdín. He llegado a ver incluso a personas escondiendo las branquias tras las orejas y disimulando con guantes los dedos que empiezan a pegarse para nadar mejor. Ellos serán los más aptos.
La lluvia es linda unos días, unos meses es deprimente. Empiezo a entender el carácter de otros que no están acostumbrados al sol. Cuando hay una gota de agua golpeando incesante la frente no puedes estar de buen humor. Espero al sol. Sigo esperándolo.

jueves, 4 de marzo de 2010

Hoy puede ser un buen día...

Cuando la gente habla del tiempo suele ser porque no tiene más que decir, porque tienen poco en común y buscan un lugar común sobre el que charlar.
A veces no es así, a veces hablamos del tiempo porque el tiempo habla por nosotros; el rayo de sol que hace días que no vemos, las nubes grises preñadas de agua fría, el trueno que hace temblar el aire... a veces todo eso explica nuestros sentimientos mejor que cualquier otra palabra.
Hoy en Ciudad Capital luce el sol, después de tres días se ha atrevido a salir, es un sol débil y tímido, un sol que apenas calienta... está preparando el terreno, cogiendo confianza... sabe que será protagonista en poco tiempo y no quiere defraudar.
Cuando empiezo el día como hoy tengo la sensación de que nada puede fallar, nadie puede estropearlo ni arrancarme la sonrisa que me he dibujad antes de mirarme al espejo. Cuando un día empieza como hoy, incluso los sueños bellos de la noche anterior parecen poco... hoy será mejor y en una semana perfecto.

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