lunes, 11 de mayo de 2009

Hasta un camino de mil millas comienza con un sólo paso.

Soy la bandera ondeando encima del mástil.
La bandera raída por la sal del mar.
La bandera valiente que reta a los vientos.
La bandera sin color que no miente.
Hoy quiero saltar al abordaje. Abandonar mi barco por otro que no conozca. Hoy dejaría que me cambiara el color.
Hoy atacaría otro barco y no haría rehenes, ni muertos ni heridos.
Hoy podría perderme en una isla desierta sin tesoro.
Hoy tengo un mapa con X. UN mapa que me impide perderme en burdeles de puerto, en tabernas con ron.
Hoy cuento las millas que me separan hasta la costa donde se encuentra mi nave.

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