jueves, 21 de enero de 2010

Necesito un cambio, pero no sé cual.

Las cosas se arreglan destrozándolas primero.
A la mierda con todo. Con las maletas cargadas de sueños, con los baúles repletos de deseo.
Voy a extirparme este corazón ajado, oxidado y cansado, voy a tirarlo a la basura para no volver a verlo. Voy a comprarme uno nuevo. Me he hartado de esta herida que no cicatriza y no para de mancharme las camisas con hilillo de sangre.
Un arrancacorazones sería un buen invento para esta época. Deberían venderlo en la ferretería, el kit completo: Un arrancacorazones con un corazón nuevo, de brillante acero inoxidable, sin grietas ni arañazos, irrompible, aséptico, impenetrable. En la ferretería de la esquina se le han acabado las existencias.
Quiero convertir mis manos en engranajes, en meros sistemas de producción, que no vomiten lo que mi alma grita, serán herramientas útiles de mi mundo materialista, construirán cosas tangibles, olvidarán los castillos en el aire, los cuentos de hadas, las historias que nunca sucedieron.
Los pies en la tierra, lejos del cielo que sólo se toca mediante ilusiones ópticas.
La mirada fija al frente, sin elevarse nunca, sin perderse nunca en ensueños.
Ser un ser humano al estilo que se estila, un ser humano productivo, carente de otros defectos que creía virtudes.
Ser un ser humano a la moda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Ser un ser humano a la moda".
No te lo aconsejo, es más desde siempre hemos luchado por ser únicos, ir a contracorriente (ver comic "zero a la izquierda", ¿dónde va Vicente?).
Aunque quién sabe si realmente lo que está de moda es no ir a San Vicente.
Con la primera sentencia estoy totalmente de acuerdo: "Las cosas se arreglan destrozándolas primero". Pero no te pases a ver si va a quedar irreconocible.
Saludos 242

Seguidores