miércoles, 17 de marzo de 2010

De regreso de París, para mi sí es la ciudad del amor.

Por fin ha vuelto el sol y ha vuelto en todos los sentidos.
Ciudad Capital brilla de forma intensa, el blanco de las escasas nubes que se le cruzan en el cielo ciegan y el azul claro que las arropa arranca suspiros y sonrisas. El sol reina en lo alto mirando con desden a todos nosotros, vasallos orgullosos de serlo.
París... hay poco que decir o quizás mucho, puede que incluso todo. He pasado mucho tiempo sin ver a Emmanuelle, mucho tiempo acumulando miedos, imaginando un reencuentro que a veces se mostraba amable y otras doloroso. La verdad es que imagine mucho pero no me acerqué a la realidad. En Orly desaparecieron los miedos, los nervios... El sol volvió a brillar este fin de semana aunque el cielo de París estuviera cubierto de nubes grises que no se atrevían a estallar en lluvia.
Las viejas fotos de mi cartera han sido sustituidas por otras nuevas y los recuerdos compartidos son más numerosos. Quizás sea una romántica, quizás sea cursi, pero espero que siempre nos quede París.

1 comentario:

I'm Rymer dijo...

Ya siempre te quedará París... por y para siempre...

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