Vale, voy a cerrar los ojos y a pedir un deseo... ya está. ¿Se hará realidad? ¿Adivinas cuál es?
Hay muchos deseos rondando mi cabeza, muchas ganas de muchas cosas. No sé si es mejor escoger uno imposible para mantener la esperanza o uno más vulgar pero más irrealizable... lo mejor: uno que creía imposible y que ha resultado no serlo.
En realidad me gusta más expresar lo que no deseo que lo que quiero, se me da mejor rechazar que exigir. Hoy no quiero quedarme en casa, no quiero quedarme pegada al ordenador en espera y captura de un mensaje olvidado... ya miraré por el movil si ha sido enviado.
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