Sólo los camareros no son esclavos del tiempo: los fines de semana no determinan su vida, los lunes no son un principio de hastío. Sólo los camareros no han sucumbido a los hombres grises, no han vendido su vida para poder ganar más.
Soy de una especie extraña casi en extinción, apenas quedan ya de los míos, pero sabemos reconocernos, y todos han sido, son o serán camareros. Somos una raza espiritual que encuentra la calma en la felicidad del otro, trabajamos en el difícil y antiguo arte de vender sonrisas, ya sea en un escenario, a través de un texto o tras una barra.Los camareros somos aquellos que trabajamos mientra el resto se divierten, y sólo los de mi linaje somos capaces de hacerlo mientras sonreímos.
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